Asperger y autismo son trastornos ubicados dentro del espectro autista, ambos presentan desafíos para las personas diagnosticadas con ellos. Sin embargo, muchos tienden a pensar que estas condiciones son la misma cuando, en realidad, son muy diferentes.
El término Asperger nació en 1944 gracias a Hans Asperger, un pediatra austríaco, casi a la misma vez que el de autismo, pero no fue hasta 1981 que la psiquiatra británica Lorna Wing lo implementó, basándose en el trabajo de Asperger. De cada 1.000 niños, de 3 a 7 pueden ser diagnosticados con Asperger, y al igual que el autismo los niños son más propensos a desarrollarlo que las niñas.
Asperger
Este trastorno neurobiológico es capaz de afectar la capacidad de comunicación e interpretación de interacciones entre personas. Las emociones de los afectados están más controladas, lo que los lleva a tener poco tacto en ciertos ambientes; sin embargo, esto no les impide alcanzar la adultez de forma independiente. Pueden llegar a destacarse en muchos campos profesionales, aunque tienden a preferir las profesiones estructuradas y de gran complejidad. Entre sus características encontramos:
- Coeficiente intelectual entre el rango normal, en varios casos llegan a sobrepasar ese nivel y ser personas muy inteligentes.
- El diagnóstico se realiza comúnmente después de los tres años, que es cuando sus interacciones se expanden fuera de casa.
- Su uso del lenguaje es prácticamente perfecto, no tienen problemas de expresión; suelen ser muy elocuentes lo que los lleva a ser calificados de cultos. Para las personas que desconocen su condición esto puede parecer muy pedante.
- Sus ganas de interactuar con los que están a su alrededor llegan a variar entre individuos, pero la gran mayoría logra establecer relaciones duraderas. Aunque al principio cueste un poco, luego de obtener su confianza es muy difícil que esa relación se abandone.
- Es posible que sean algo torpes, aunque no sufren de las convulsiones ligadas al autismo y tampoco se han observado comportamientos violentos asociados a otros trastornos del espectro.
- Se obsesionan con facilidad; cuando un tema les apasiona todo gira en torno a eso. Esto podría generar resultados positivos si escogen ese tema como su profesión, sin embargo, también puede crear problemas para relacionarse con otros fuera de su área de conocimiento.
- La mayoría de los padres de niños con Asperger tienen las mismas preocupaciones que los padres de los niños neurotípicos, en torno a su sociabilidad y su desempeño en la escuela. Si los pequeños con Asperger tienen una inteligencia por encima de la normal, se preguntan cómo lograr educarlos adecuadamente.
Autismo
Por su parte, el autismo sí afecta profundamente el desarrollo cognitivo y emocional de los niños que son diagnosticados con él, aparte de alterar de gran manera su comunicación con los que los rodean. Llegar a la adultez de forma independiente es un gran reto para ellos y conforme avanza su crecimiento se van aislando más, lo que supone un duro golpe para sus padres. Otras de las características de los niños con autismo son:
- Su coeficiente intelectual suele estar por debajo del promedio, en algunos casos se presenta retraso de parte del pequeño debido a lo ligado que está la inteligencia a la capacidad de socialización.
- Desde bebés es viable realizar un diagnóstico, ya que hay varios comportamientos que revelan patrones distintivos. Conforme se desarrollan, estas se hacen más marcadas.
- Su uso del lenguaje suele ser menor a lo habitual según su edad, de hecho el 25% llega a ser diagnosticado como no verbal. El lenguaje corporal es limitado también, por lo que la comunicación con estos niños es muy difícil para padres, familiares y maestros.
- Suelen reaccionar mal cuando se les acerca alguien sin advertencia, o con contacto físico normal como abrazos o roces de otras personas. Tienen una necesidad muy marcada de tener un espacio personal claramente definido.
- Debido a sus problemas de lenguaje, su interacción social suele ser complicada, y en algunos casos, inexistente. Pero con mucho empeño y paciencia esa característica puede cambiar, eso sí, intentando no afectar en gran manera la comodidad del niño.
- Las convulsiones suelen estar presentes en un alto porcentaje de las personas diagnosticadas con autismo.
- No presentan obsesiones, pero sí apego a cosas que para muchos no tienen valor alguno. Suelen concentrarse intensamente en tareas específicas, lo que puede llegar a parecer un comportamiento obsesivo.
- Los padres de los pequeños con autismo se preocupan mucho por el lento desarrollo del lenguaje y, en algunos casos, del desarrollo de aspectos motrices que estos presentan.
Tanto el Asperger como el autismo se consideran parte del espectro autista, pero tienen diferencias muy notables. Actualmente, con toda la información que se ha obtenido acerca de ambos, es difícil decir que se trata del mismo trastorno. Los pequeños que están dentro del espectro merecen nuestra comprensión y aceptación, así que ven a Autism Soccer donde encontrarás un lugar para que se sientan a gusto.

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