El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición que afecta el desarrollo del cerebro y, por ende, impide o dificulta el comportamiento, la interacción y el aprendizaje de quienes lo tienen.

Esta condición puede variar de manera significativa, pues algunos pueden presentar destrezas en conversaciones avanzadas o, por el contrario, dificultad para expresarse verbalmente. Otras personas pueden tener problemas de motricidad corporal, por lo que necesitarán ayuda en su vida diaria o ninguna; todo dependerá del tipo de autismo que tenga esa persona.

Muchos padres o cuidadores de niños con autismo suelen enfocarse en que sus pequeños formen parte de programas de intervención conductual, que efectivamente son necesarios, pero no toman en cuenta que ellos también deben practicar un deporte.

Expertos en todo el mundo han demostrado que el ejercicio físico ayuda a los niños con autismo, permitiéndoles que desarrollen habilidades de comunicación, así como sus habilidades sociales.

Por esta razón, resulta extraño que aun sabiendo los beneficios del deporte en ellos, no se incluya en los programas para personas con autismo, lo que ha propiciado la insistencia de los expertos en que sea considerada la actividad física un aspecto fundamental en el desarrollo de personas y, por supuesto, de niños con autismo.

La vida sedentaria en niños con TEA suele generar problemas de peso corporal, motivado a que ellos no se mueven mucho durante sus terapias, y menos aún con la llegada de las computadoras, tabletas y demás equipos electrónicos, que los lleva a pasar muchas horas sentados.

No obstante, es pertinente acotar que el 80 % de los niños con autismo presentan dificultades para realizar actividades que requieren coordinación ojo-mano como jugar a la pelota, por lo que evitan los deportes.

Los adolescentes con esta condición no suelen practicar actividades físicas debido al miedo y la incapacidad de interactuar con sus compañeros, aunado a que también se les complica comprender y seguir reglas en grupo.

Sin duda, es todo un reto tanto para los niños como para los adolescentes con esta condición, por lo que necesitan el apoyo y, además, la motivación para que realicen algún tipo de deporte adaptado a sus requerimientos, considerando, por supuesto, las sugerencias de los especialistas.

Practicar deportes ayuda a desarrollar diversas habilidades

La actividad física, independientemente de las condiciones que tenga una persona, es beneficiosa para la salud, el bienestar y la recreación, así como para desarrollar ciertas habilidades.

En el caso de los niños y adolescentes con autismo, específicamente, además de mejorar sus condiciones físicas, el deporte también los ayuda a optimizar sus habilidades comunicativas, pues durante estas prácticas ellos pueden entrenar la toma de turnos, intercambio de roles, expresión verbal y no verbal y roles sociales.

De hecho, expertos en todo el mundo han demostrado que durante los juegos deportivos, los niños mejoran de manera significativa ese intercambio de roles que se da durante la comunicación verbal y no verbal.

Pero, ¿qué estrategias utilizan para lograrlo? De acuerdo a pruebas científicas, esto se debe a que en este entrenamiento ese proceso comunicativo se divide en pequeños pasos y apoyados con material visual para una mejor comprensión.

Es más: especialistas en el tema han determinado que con el deporte, un niño con autismo puede lograr los objetivos planteados al igual que con las terapias ya establecidas.

Esto se debe a que con la actividad física los pequeños con autismo pueden mejorar notoriamente sus habilidades motoras, comunicativas, de atención, la resolución de problemas de comportamiento y las habilidades académicas.

Aunado a ello, estos estudios han arrojado que cualquier actividad física desde el yoga hasta la danza libre, le permite a la persona con autismo desarrollar sus habilidades no sólo a nivel social, sino su motricidad y comunicación, como lo hemos dicho anteriormente.

Así que si tienes un niño con autismo, no dudes en apoyarlo e incentivarlo a que practique la actividad física de su preferencia, tomando en cuenta el tipo de TEA que tenga, pues como ya hemos visto, el papel del deporte en ellos es fundamental para su desarrollo integral tanto físico, cognitivo como social.