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casos de autismo

Las cifras de las personas que se encuentran dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA) han venido incrementándose en los últimos años; así lo demuestran los más recientes análisis estadísticos de casos de autismo.

Uno de ellos fue el publicado en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el cual revela que en 1 de cada 36 niños de 8 años de edad tiene TEA.

Esta cifra equivale al 2,8 % de la población estudiada y evidencia el incremento de las personas con TEA en comparación al año 2018.

Asimismo, es importante destacar que para la realización de este estudio se tomaron datos de 11 comunidades pertenecientes a la Red de Vigilancia del Autismo y las Discapacidades del Desarrollo.

Causas de este incremento

De acuerdo a lo que reveló este informe, se presume que este incremento en el número de niños con autismo se debió, en gran medida, al impacto del Covid-19, que impidió la detección temprana de esta condición, evidenciando que los servicios de cuidado de niños y de atención médica durante la pandemia tuvieron variaciones notables.

Al respecto, la directora del Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades del Desarrollo de los CDC, Karen Remley, dijo: “Las alteraciones causadas por la pandemia en la evaluación oportuna de los niños y los retrasos en conectar a los niños con los servicios y el apoyo que necesitan podrían tener consecuencias de larga duración”. 

De igual manera, Remley acotó que “los datos en este informe pueden ayudar a las comunidades a entender mejor la manera en que la pandemia afectó la identificación temprana del autismo en los niños pequeños y anticipar las futuras necesidades a medida que estos niños vayan creciendo”.

¿Influye la ubicación geográfica?

Aunque se necesita realizar más estudios al respecto, es importante destacar que este informe también mostró la prevalencia de casos de autismo en un 30 % más en niños asiáticos, hispanos y de raza negra que en pequeños de raza blanca, que sólo representaron el 14,6 %.

Es la primera vez que investigaciones de este tipo arrojan como resultado que niños de 8 años, nacidos en las islas del Pacífico, tengan mayor porcentaje de autismo en comparación con los niños de otras latitudes.

Dichos resultados sólo tienen dos años de diferencia de haber sido efectuados entre sí, lo que se traduce en que pudiera estar relacionado con el acceso a los servicios que diagnostican el autismo y brindan apoyo a los niños con TEA.

Pero esta no es la única conclusión que arroja este estudio; tal como indica el informe, esto también puede estar relacionado con las políticas y modelos implementados por cada nación para determinar si una persona tiene o no autismo. Quizás no son los más novedosos, así como la atención que deben tener las personas con esta condición.

Más investigaciones de los casos de autismo

Sin embargo, estas no han sido las únicas investigaciones al respecto. Otros estudios y análisis desarrollados específicamente en Estados Unidos, predicen que la tasa de personas con autismo puede aumentar de manera considerable en esta nación.

Esta conclusión se basa en que la estimación de la prevalencia de 2021 a partir de los datos recogidos en 2018 es aproximadamente un 241 % mayor que las estimaciones de 2000.

De hecho, la última estimación reportada en 2020 mostraba 1 de cada 44 niños identificados con TEA, mientras que un año después esta estimación aumentó a 1 de cada 54.

Investigadores aseguran que esto puede deberse a muchos factores, como por ejemplo: más atención por parte de los padres a los pequeños, lo que genera que los propios padres descubran su propia neurodivergencia al buscar el diagnóstico para su hijo.

De hecho, se calcula que el 2,2 % de los adultos de EE. UU. son autistas, según un informe de los CDC. Además, estas estadísticas en adultos ponen de manifiesto que el autismo es una condición del neurodesarrollo que dura toda la vida.

Aunado a ello, estas investigaciones destacan la influencia de la educación, la concienciación y la aceptación del autismo, las prácticas de diagnóstico  y los cambios en los criterios de diagnóstico 

No obstante, aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a conclusiones determinantes relacionadas al TEA.

Estos estudios han evidenciado que muchas naciones no cuentan con los suficientes recursos económicos para elaborar este tipo de estadísticas fiables sobre el autismo, por lo que se les dificulta la activación de programas diagnóstico y de tratamiento del TEA en esos país, representando un retraso en la evolución de la persona con autismo y, por ende, su inserción en la sociedad.

Con esto, podemos inferir que entre más próspera la nación donde habitan estas personas, mejor será su atención, desarrollo y, por supuesto, su desarrollo e interacción con su entorno.

Sin duda, esta sólo es la punta del iceberg . Aún queda mucha información por descubrir relacionada al TEA, sus implicaciones, factores que aumentan su prevalencia en las personas, pero no se puede omitir el hecho del interés que ha mostrado la sociedad, el área científica y médica por escudriñar todo lo relacionado a este tema. . . . , por lo que estamos seguros de que próximamente tendremos más novedades sobre el TEA.