El enfrentar situaciones inesperadas y emociones poco agradables como el miedo forma parte de la vida. Sin embargo, existen personas a las que les cuesta trascenderlas más que a otras, como es el caso de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Se trata de una condición en la que las personas tienen dificultad para integrarse con su entorno, entablar conversaciones, los cambios suelen alterarlos, son estructurados y rígidos.
Por esa razón, festividades como el Halloween suelen ser un poco “estresantes” para los niños con TEA, pues implica interacción, disfraces, acercamiento con otras personas, etc.
Pero, a pesar de ello, el Halloween puede ser igual de divertido y seguro para los pequeños con autismo.
A continuación, te diremos qué puedes hacer para que tu hijo con autismo pueda divertirse y sentirse seguro en la fiesta de Halloween.
¿Por qué el Halloween suele ser aterrador para niños con TEA?
Antes de darte esas recomendaciones para que hagas del Halloween una fiesta amena para tu pequeño con TEA, te diremos por qué, en la mayoría de los casos, esta celebración suele aterrorizarlos.
La razón fundamental es sensorial, pues les molestan las luces, ruidos altos, la textura de los disfraces, el miedo a los disfraces de otros niños, entre otros; así como el hecho de socializar e intentar comunicarse con quienes los rodean, como ya hemos dicho en párrafos anteriores. Sin duda, un cóctel de sensaciones al que estarán expuestos los pequeños, que se puede resumir en angustia e incertidumbre.
Pero esto no necesariamente es lo que tiene que pasar, pues en la actualidad existen estrategias y mecanismos para que los infantes con TEA puedan integrarse a la festividad sin mayores complicaciones.
¿Qué hacer para involucrar a tu hijo TEA en la fiesta de Halloween?
Según la doctora Victoria Winkeller, psiquiatra infantil, la preparación para Halloween (o para cualquier situación difícil) es fundamental.
En el caso específico del Halloween, la especialista recomienda que a los niños con esta condición se les lea libros de esta temática, se les comparta fotos de patios decorados y de gente disfrazada, que se juegue con ellos y con los disfraces, así como representar los aspectos sociales y físicos del “Dulce o truco”.
“Preparar con antelación algo que sea apropiado para tu hijo, porque tú eres quien mejor lo sabe”, comenta Winkeller. “Es un cambio de rutina. Hay nuevos sonidos y nuevas luces, gente disfrazada. Puede ser realmente abrumador por muchas razones”.
Además de ello, es importante recrearles la escena para que sepan cómo es la dinámica, se familiaricen y animen a participar.
Es oportuno destacar que todas estas estrategias son útiles siempre se respeten los gustos y preferencias del niño con TEA, así como su decisión de participar o no en las fiestas de Halloween.
Y, aunque nada está garantizado, sería conveniente intentar que se involucren y participen en esta celebración, porque además de ayudarlos a integrarse en la sociedad, también les permite conocer nuevas cosas, que pudieran resultar divertidas para ellos.
De hecho, los expertos aseguran que, de una u otra manera, a los niños con esta condición hay que incentivarlos a que socialicen, dentro de sus límites y preferencias. Esto les dará un mejor desarrollo y desenvolvimiento psicosocial.