Bruno Bettelheim siempre destacó la relevancia del ambiente educativo familiar como un factor determinante en el equilibrio psicológico y emocional del niño. Según su criterio, el autismo estaba asociado con la crianza de niños sin demostraciones de afecto. El psicoanalista fue discípulo de Freud, aunque años más tarde decidió apartarse de los postulados ortodoxos que proponía su maestro.
De Viena a Estados Unidos
Bettelheim nació en Viena en el año 1903, recibiendo su formación académica en el contexto educativo vienés. Vivió la época del Holocausto y estuvo prisionero en el campo de concentración nazi de Dachau y Buchenwald debido a sus orígenes judíos.
En 1939 consigue el exilio a Estados Unidos, destino en el que se desempeñó como profesor de psicología de la educación y director de la Escuela Ortogénica Sonia Shankman para niños con trastornos de la Universidad de Chicago (1944-1973) y a partir de 1963 asumió el rol de profesor de Psiquiatría en la Universidad de Chicago.
Bettelheim introdujo cambios sustanciales en la Escuela Ortogenética y aplicó el método terapéutico “parentectomy”, el cual consistía en separar a los niños de sus padres.
Psicología del yo
Basado en su experiencia extrema en los campos de concentración, realizó un estudio dentro de la corriente de la “psicología del yo” el cual direccionó hacia el estudio de la conducta de los niños autistas.
Ideas polémicas y prácticas contradictorias
Publicó múltiples obras de psicología infantil, cuyo contenido aborda diversidad de temas relacionados con el desarrollo de niños sanos y con trastornos mentales. Sus ideas causaron polémica en la época, pero, aun así, se ganó el respeto de muchos psicólogos, tanto de sus detractores como aquellos que seguían sus preceptos controversiales.
Una de sus obras más representativas fue Comportamiento individual y en masa en situaciones extremas (Individual and Mass Comportement in Extreme Situations, 1943).
Otra de sus grandes obras fue Symbolic Wounds (Las heridas simbólicas) que contiene su percepción sobre las teorías antropológicas y psicoanalíticas de las ceremonias de iniciación.
Para 1950, exhibe su obra El amor no es suficiente (Love is not enough) donde sostiene que las principales causas del autismo son el comportamiento frío y la hostilidad inconsciente de las madres de estos niños.
Bettelheim fue cuestionado por sus ideas, pero a pesar de ello su trabajo fue reconocido por la comunidad científica, especialmente en el ámbito del autismo, psiquiatría y análisis freudiano.
Es a partir de 1955 cuando el psicoanalista publica todos sus hallazgos relacionados al tratamiento de niños autistas. Otra de sus obras más representativas fue Fugitivos de la vida (Truants from Life), en cuyas teorías estuvieron influenciadas por los aportes de Freud y los estadios evolutivos de Jean Piaget.
Autismo como resultado de la ruptura familiar
Una década más tarde, desarrolla su tesis sobre el psicoanálisis de la infancia y la adolescencia, recopilada en su obra La Fortaleza Vacía (The Empty Fortress, 1967). En esta publicación el psicólogo austríaco argumenta su tesis sobre sus creencias de que el autismo era el resultado de un entorno familiar hostil, de rechazo y sin afectos.
Asimismo, menciona en el texto que las madres no lograban establecer relaciones afectivas o amorosas para tener una conexión emocional con sus hijos, incluso habían deseos inconscientes de que el niño no existiera.
Sucesivamente, realizó otros compendios que daban continuidad a sus investigaciones, estos fueron: Los Niños del Sueño (The Children of the Dream, 1969), ejemplar donde coloca en contexto los planteamientos de la psicología del yo a la vida de las comunidades de los kibuts en Israel.
Hay otras creaciones publicadas que vale la pena recordar: El Mundo Encantado, 1976; Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas, 1976, obra en la que destaca la importancia de los cuentos para liberar las emociones de los niños; Educación y Vida Moderna y No hay padres perfectos, 1987.
Causa de muerte: depresión
Tras esta última obra, sufrió un ataque de apoplejía en 1987, y en 1990 decide acabar con su vida en Los Ángeles a causa de una fuerte depresión que lo llevó al suicidio, justo después de que su esposa falleciera de cáncer.